Cómo
China puede evitar la trampa de los ingresos medios
La economía de China ha crecido a un ritmo rápido y sin
precedentes desde el lanzamiento de la reforma y la apertura a fines de la
década de 1970, aunque el ritmo se ha desacelerado un poco en los últimos años
desde que el país adoptó un desarrollo económico basado en la ciencia e
impulsado por la innovación. Incluso con la economía mundial experimentando una
fuerte contracción económica debido a la pandemia de COVID-19 y a pesar del
conflicto comercial con los Estados Unidos, se espera que la economía china
crezca un 2 por ciento en 2020 y el país está listo para lograr los objetivos
de erradicar pobreza extrema y construcción de una sociedad moderadamente
próspera en todos los aspectos antes de fin de año.
Pero las tareas que tiene por delante China parecen más
desafiantes: evitar la trampa de los ingresos medios mientras se mantiene un
crecimiento inclusivo y construir una sociedad socialista moderna a mediados de
este siglo. Además, la economía de China está creciendo, y aunque su PIB per
cápita está aumentando, tiene que reducir la brecha de riqueza, por ejemplo,
entre las áreas rurales y urbanas, y entre las personas con educación superior
y sin ella.
¿Qué puede hacer China para superar estos desafíos?
Primero, para mejorar el bienestar de los residentes
rurales, debe aumentar la productividad agrícola para aumentar los ingresos de
los agricultores. Sin embargo, eso no sería suficiente, porque a medida que
aumenta la productividad en el sector agrícola, se necesitarán menos
trabajadores para los trabajos agrícolas. Por lo tanto, debería permitir la
libre movilidad de los residentes rurales,, con ciertas restricciones, modificando
el sistema hukou (registro de hogares), para que puedan migrar a áreas urbanas
que tienen más comodidades y ofrecen trabajos mejor pagados.
En segundo lugar, el gobierno chino debe tomar medidas para
mejorar el nivel de educación de los residentes rurales y brindarles
capacitación que les permita obtener trabajos mejor pagados. A medida que la
estructura económica de China se desplaza del sector primario (por ejemplo, la
agricultura y la minería) a la manufactura, especialmente la manufactura de
alta gama, y los sectores de servicios, las personas necesitan adquirir
habilidades nuevas y avanzadas para ingresar a tales campos, incluso en el
campo de las tecnologías avanzadas.
De hecho, el sector de servicios ya representa más del 50
por ciento del PIB de China. Pero en el sector de servicios hay trabajos con
salarios más bajos y con salarios más altos. La banca, las comunicaciones, la
educación, por ejemplo, son profesiones mejor remuneradas.
En tercer lugar, en los sectores manufacturero y de
servicios, China debe pasar de producir bienes y servicios de bajo valor
agregado a bienes y servicios de mayor valor agregado, lo que permitirá a los
trabajadores ganar salarios más altos. Irónicamente, en este sentido, el
conflicto comercial entre China y Estados Unidos podría ser una bendición disfrazada,
porque obligará a China a desarrollar tecnologías avanzadas a un ritmo más
rápido, entre otras cosas, invirtiendo más en investigación y desarrollo. China
ha avanzado mucho en esta área y ya se ha convertido en un líder en sectores
como la tecnología 5G, los ferrocarriles de alta velocidad y los coches
eléctricos. Y su plan “Made in China 2025” esta jugado un papel importante en
este contexto.
Cuarto, China necesita abrir más su economía para que sus
sectores de manufactura y servicios sean más competitivos en industrias de alto
valor agregado. A medida que la población de ingresos medios aumente y adquiera
más poder adquisitivo, podrá permitirse más bienes y servicios extranjeros de
mayor valor agregado. De hecho, China se ha convertido en el mayor mercado de
consumidores del mundo y, por lo tanto, está contribuyendo más a la economía
global.
En resumen, la pregunta es cómo China puede continuar su
crecimiento económico, produciendo bienes y servicios de mayor valor agregado.
Como se mencionó anteriormente, esto será a través de una mayor inversión en I
+ D.
Pero, ¿cómo puede China reducir la brecha de riqueza? Para
hacerlo, China necesita implementar políticas para desarrollar redes sociales
de seguridad, brindar acceso universal a buenos servicios de educación y salud,
hacer disponibles viviendas asequibles y establecer un sistema de jubilación
que garantice a los jubilados una pensión digna.
China ha logrado un éxito extraordinario durante las últimas
cuatro décadas de reforma y apertura. Su PIB per cápita aumentó de $310 en 1980
a $10,276 en 2019, más de 30 veces, y su esperanza de vida promedio aumentó de
66.52 años a 77 años.
Sin duda, el camino por recorrer es más difícil,
especialmente dado que se prevé que la economía mundial se contraerá este año y
que el proteccionismo y el unilateralismo están aumentando en algunos países.
Pero la experiencia acumulada por el gobierno chino, las empresas y el pueblo
chino dan motivos para ser optimistas: que China alcanzará el objetivo de la
modernización a mediados de este siglo y evitará la trampa de los ingresos
medios manteniendo un crecimiento inclusivo.
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