
jueves, 8 de agosto de 2019
martes, 2 de julio de 2019
La Guerra Comercial entre EE.UU. y China y su impacto en la economía peruana
Carlos
Aquino y Maria Osterloh
Centro
de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
El recrudecimiento
del conflicto comercial entre EE.UU. y China, que representan entre los dos
casi el 40% de la economía mundial y son las mas grandes potencias comerciales
en el mundo, significara no solo un menor crecimiento de sus economías si no
también para el resto de los países. Hay que recordar que para muchos países
China y EE.UU. son sus principales socios comerciales o destinos de sus
exportaciones. Por ejemplo, en el caso de China, este es el mayor destino de
las exportaciones de más de 130 países en el mundo.
Por ello, el menor
crecimiento económico de esas dos grandes potencias implicara una menor demanda
por materias primas y demás productos, el alza del dólar por la incertidumbre
económica generada y también la volatilidad en las bolsas de valores mundiales.
El impacto de la
guerra comercial entre EE.UU. y China en el Perú se sentiría (y como veremos ya
se está sintiendo) en varios aspectos: primero en el precio de los minerales y
la disminución del ingreso por exportaciones, segundo en el precio del dólar y
el encarecimiento de los productos importados, tercero en la baja en el índice
de la bolsa de valores, y cuarto en la incertidumbre que genere en la economía
mundial.
China y Estados
Unidos son los principales socios comerciales del Perú. El 28% del total de las
exportaciones peruanas fueron a China y el 17% fue a EE.UU. en el 2018. Por el
lado de las importaciones el 24% del total vino de China y el 22% de EE.UU.
Primero, el impacto
en los precios de los minerales es muy importante para el Perú pues el 58% de
sus exportaciones totales son del sector minero y solo el cobre constituye el
31% del total y el oro el 15%. Asimismo, la exportación hacia esos países se
concentra principalmente en el sector minero. Y como veremos el precio de los
minerales, como el cobre, el oro, y el zinc, han disminuido de precio desde
enero del 2018 cuando empezaron las tensiones comerciales entre EEUU y China.
En el 2018 el 86%
de lo que el Perú le vendió a China fueron minerales, y el cobre fue el 72% del
total, el zinc fue el 5%, y el plomo también el 5% del total. En el caso de
EEUU el 32% de todo lo que se le vendió fueron minerales, y el oro represento
el 22% del total.
Habría que agregar
también que del total exportado el 2018, el 57% de todos los minerales que el Perú
vendió fueron a China. Por productos, el 63% de todo el cobre que el Perú vendió
al mundo fue a China, el 28% de todo el zinc, el 96% del hierro, el 35% del
plomo, y el 59% de la plata. Como se ve China es el mayor mercado para los
minerales peruanos.
Sin embargo, en el
caso de China, en el primer cuatrimestre del 2019, las exportaciones peruanas a
ese país aumentaron en 11% mientras que a Estados Unidos disminuyeron 37%.
Entonces, ¿porque
las exportaciones a China aumentaron a pesar de la caída del precio del cobre y
también del zinc? El precio del cobre ha disminuido desde enero del 2018 de 3.21
dólares por libra a 2.92 dólares por libra en abril de este año, pero el valor
de las exportaciones de cobre a China en el primer cuatrimestre del 2019 fue de
2,826 millones de dólares mientras que en el primer cuatrimestre del 2018 fue
de 2,607 millones de dólares. Este aumento en el valor se debio a los mayores
volúmenes exportados a China, que pasaron de 1.55 millones de toneladas de
cobre en el primer cuatrimestre del 2018 a 1.95 millones de toneladas en el
mismo periodo del presente año.

Fuente:
BCR; PROMPERUSTAT
El precio del zinc
también ha disminuido desde enero del 2018, de un precio de 1.04 dólares por
libra a 0.91 dólares por libra en abril del 2019. Hay que tener en cuenta que
el zinc constituye el 5% del total de las exportaciones peruanas al mundo.
En el caso del oro,
que constituyo el 15% del total de las exportaciones peruanas al mundo en el
2018, su precio ha fluctuado de 1,330 dólares por onza troy en enero del 2018 a
1,198 dólares en setiembre y a 1,284 dólares por onza troy en mayo de este año.
En el caso del Perú, los ingresos por las exportaciones del oro han sido
menores también pues la producción nacional de este metal ha disminuido.
Por otro lado, el
precio del dólar ha aumentado, por ejemplo, en enero del 2018 fue de 3.21 soles
por dólar mientras que en mayo del 2019 fue de 3.33 soles por dólar. El Perú
importo del mundo por un valor de 43,130 millones de dólares en 2018, y muchas
de estas compras son de maquinarias e insumos que son vitales para el
crecimiento de la economía por lo que el encarecimiento del dólar hará más
difícil la adquisición de estas.
Asimismo, el índice
general de la Bolsa de Valores de Lima que tenía un valor de 21,068.9 en enero
del 2018, cayó en mayo del 2019 a un valor de 19,922.8, lo que representa una
caída de 5.5%. En el caso del Perú, la bolsa de valores es pequeña considerando
el monto negociado y las empresas que cotizan en ella, donde las mas grandes
son las mineras y por ello una caída en el precio de los minerales implica una
disminución en el precio de las acciones de estas y del índice bursátil en
general.
El impacto en el Perú
del conflicto comercial sería comparativamente menor con respecto a otros
países latinoamericanos pues no depende tanto de por ejemplo de Estados Unidos
o China. En el caso de México, vemos que en el 2018 el 76% de lo que exporto fue
a EE.UU. mientras que lo exportado por Perú a ese país representa solo el 17%
del total. En el caso de Chile, el 34% de sus exportaciones fueron a China,
mientras que como vimos en el caso del Perú fue el 28% del total.
Por último, habría
que considerar que, comparado con otros países latinoamericanos, el impacto de
la tensión de la guerra comercial en el Perú sería menor pues su economía está
mejor preparada al tener un nivel de reservas internacionales relativamente
alto, un nivel de endeudamiento externo de menos de 25% del tamaño de su
economía, y sus cuentas fiscales están más o menos equilibradas. Por otro lado,
habría también que indicar que el Perú tiene un Tratado de Libre Comercio con
China, que está siendo modernizado en la actualidad, y que permite acceso libre
de aranceles a muchos productos peruanos diferentes de los minerales, como los
agroindustriales. El Perú se está convirtiendo en líder mundial en la exportación
de aguacate, uva, espárragos, arándanos, y el mercado chino para estos
productos está creciendo por la expansión de su mercado interno, con una clase
media creciente.
El Perú por ejemplo
ya es el tercer proveedor de aguacate (o palta como se denomina en el Perú) a
China, después de México y Chile. El 2018 el 25% del total de las importaciones
de palta de China vinieron del Perú. Entonces el Perú necesita vender más de
estos productos, y otros como madera, productos pesqueros, e incluso textiles
(de pelo fino de alpaca), que han estado aumentando poco a poco estos últimos
años a China para poder resultar menos afectado por el conflicto comercial
China EEUU.
Por ultimo hay que
mencionar que para que el Perú aumente la producción de estos productos y
aumente su competitividad en general, requiere del mejoramiento de su
infraestructura física de transportes y comunicaciones, lo que vera beneficiando
con la reciente firma del memorándum de entendimiento en abril último cuando el
Perú se adhirió a la iniciativa china de la franja y la ruta.
sábado, 15 de junio de 2019
viernes, 7 de junio de 2019
lunes, 27 de mayo de 2019
viernes, 10 de mayo de 2019
¿Escalada en la Guerra Comercial de China EEUU?
EEUU elevo
los aranceles de 10% a 25% en productos chinos valorizados en 200 mil millones
de dólares desde el viernes 10 de mayo. Entre los productos importados sujetos
a esta medida están alimentos, productos de consumo como carteras, ropa,
zapatos, etc.
Esto se da
en medio de las negociaciones que EEUU lleva a cabo con China para resolver,
entre otros temas, el gran déficit comercial en bienes que ese país tiene con
el gigante asiático, que el año 2018 fue de 419 mil millones de dólares, y el
2017 fue de 375 mil millones de dólares, cifra que ha estado aumentando año a
año[1].
Pero el problema no es solo el déficit comercial, sino según EEUU, que China
pone trabas para el ingreso a su mercado a las empresas extranjeras o no respeta
la propiedad intelectual de estas.
EEUU dice
que China renegó de algunas promesas que había hecho en las negociaciones, como
eliminar las transferencias forzadas de tecnología (y la obligación de hacer
joint ventures con empresas chinas). Quería que esto se ponga por rescrito en el
documento a firmar, algo que China se ha negado dice. El tema es también acordar
cuán rápido eliminar los aranceles ya impuestos, y en cómo hacer cumplir esos
acuerdos.
Se supone
que China ya había empezado a dar leyes para hacer eso que EEUU quiere. Ya no
es obligatorio para las empresas extranjeras hacer joint ventures en China para
invertir (e incluso se puede tener hasta un 100% de propiedad extranjera en una
empresa) y ha dado leyes para proteger la propiedad intelectual, pero EEUU permanece
escéptico de esas medidas y quiere estar seguro de que eso se cumpla.
Esta también
el tema de la ayuda que China da a sus empresas para competir en sectores de
alta tecnología con EEUU. La Oficina del Representante de Comercio de los EEUU
dijo en un reporte en febrero de este año que China pone a disposición de sus compañías
en el sector de alta tecnología, dentro de su iniciativa “Made in China 2025”, unos
500 mil millones de dólares en subsidios[2].
EEUU quiere que China elimine esos subsidios.
Pero aun con
el alza del arancel en efecto, el Representante de Comercio de EEUU y el
Secretario del Tesoro Steven Mnuchin están en conversaciones con la delegación china
encabezada por el Vice Premier Liu He.
Consecuencias: Los importadores de EEUU tendrán
que pagar más por productos chinos, encareciendo esto para los consumidores de
EEUU. También algunos fabricantes de esos productos en China pensaran mover su producción
a otros países. Y China ha dicho que responderá de la misma forma, elevando aranceles
a productos de EEUU y con otras medidas más.
Hasta ahora
EEUU había impuesto aranceles de 25% a productos chinos por 50 mil millones de dólares
(productos de alta tecnología), y ahora hay otros 200 mil millones de dólares
de productos chinos con el arancel al 25% (que tenían ya un arancel de 10%). China
el año pasado había respondido a EEUU imponiendo aranceles a productos de EEUU valorizados
en 110 mil millones de dólares, a productos agrícolas como soya, y licores, por
ejemplo. El 2018 EEUU importo de China 539 mil millones de dólares y vendió a
China 120 mil millones de dólares[3].
La escalada
arancelaria empezó el año pasado, pero en cierta forma se alcanzó una tregua y
decidieron seguir negociando, cuando a fines de octubre y comienzo de noviembre
pasado Trump y Xi se encontraron para la reunión del G20 en Argentina.
Según el FMI
un arancel de 25% en todos los productos disminuirá el PBI de EEUU en 0.6% y de
China hasta un 1.5%.
Pero la guerra
comercial es un capítulo en la disputa por la hegemonía económica de EEUU con
China. Esta el hecho de que EEUU quiere seguir manteniendo la supremacía tecnológica
en varias áreas. Hace un mes por ejemplo el Secretario de Estado de EUU estuvo
en Latinoamérica de gira por 4 países pidiendo que estos no adopten el sistema
5G que ofrece la empresa china Huawei, por cuestiones de seguridad nacional según
Mike Pence. El problema es que EEUU no ofrece una alternativa a esto, pues la
empresa Huawei es una de las más avanzadas en el mundo en esa tecnología,
aunque EEUU dice que eso lo ha logrado infringiendo la propiedad intelectual de
algunas de sus empresas.
Mientras
tanto China sigue expandiendo sus relaciones económicas con el mundo, a través
por ejemplo de su iniciática de la Franja y la Ruta. En abril hubo el Segundo
Foro de esta iniciativa en Beijing con la asistencia de casi 40 jefes de Estado
y donde más países se adhirieron a esa iniciativa. El Perú fue uno de ellos y firmo
el memorándum de entendimiento para la Franja y la Ruta (conocía también como
la iniciativa para la reconstrucción de la antigua Ruta de la Seda)[4].
Ya son 137 países en el mundo y en Latinoamérica 19 que se ha unido a esa
iniciativa[5].
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