La base del desarrollo económico
chino es la educación, en todos sus niveles. Una especial importancia le ponen
a la enseñanza de las matemáticas y de la ciencias, y esto es ya reconocido en
muchos países. Por ejemplo el método chino de enseñanza de las matemáticas (que
se aplica también en lugares como Singapur y Hong-Kong), se empezara a aplicar
en Inglaterra, donde el gobierno invertirá 44 millones de libras esterlinas
para ayudar a 4,000 escuelas a implementar ese método, entrenando a 700
profesores. Ese método ha permitido que en la última prueba internacional del
2012 que realizo la Organización de Cooperación y
Desarrollo Económico, OECD, que evalúa las capacidades
de los estudiantes de 15 años a través de las conocidas pruebas PISA (siglas en
ingles del Programa de evaluación internacional de estudiantes), China haya
salido en el primer puesto entre los estudiantes de 65 países/regiones en matemáticas
(y también en ciencias y comprensión de lectura).
Los estudiantes chinos sacaron un puntaje de
613 en matemáticas, mientras el promedio de los países de la OCDE (que agrupa a
los 35 países más desarrollados del mundo) fue de 494. Perú saco 368 puntos en
esa prueba (y quedo el último en la lista). Ese método chino, o también llamado
asiático, enseña las matemáticas a toda la clase en conjunto utilizando objetos
y dibujos para demostrar objetos abstractos. En otros países, como Inglaterra
por ejemplo, se divide a los estudiantes en grupos y se les enseña de acuerdo a
sus habilidades.
Ese énfasis chino en la educación viene de su historia
e idiosincrasia. Recordemos que China es la cuna de Confucio, el filósofo que vivió
en el siglo V antes de Cristo, y que enfatizo que la educación y la meritocracia
en la clave del desarrollo del ser humano y del progreso del país. Esto se ha
visto reforzado en los últimas décadas ya que por la política de un niño por
familia, se pone mucho empeño en la educación de los hijos, hijos únicos, y las
familias no escatiman gasto en eso. Después de las horas de clases en las
escuelas públicas (o privadas últimamente), muchas familias envían a sus hijos
a que estudien inglés, música, o refuercen los estudios de matemáticas. Muchos
niños pasan varias horas adicionales a la que pasan en las escuelas aprendiendo
esas materias.
El ingreso a las Universidades es difícil y la
preparación para eso es extenuante también. La competencia para el ingreso a
las mejores Universidades, como la de Pekín o Tsinghua es extrema, pues son
exámenes a nivel nacional.
Por si eso fuera poco cada vez más chinos se
van a estudiar al extranjero, pregrado o posgrado. De hecho en las mejores
Universidades de países como Estados Unidos, Inglaterra, Australia, la mayor
parte de los estudiantes extranjeros son de China (y también de otros países
asiáticos), que se especializan en gran número en áreas de las ciencias e
ingenierías. Según el gobierno chino[1] el
2015 unos 523,700 estudiantes chinos (un 13.9% más que el año anterior) fueron
afuera a estudiar, algunos se van en becas, pero la mayoría (97%) se van por su
cuenta, con el ahorro de sus familias o prestándose, pues saben que es una gran
inversión en su futuro.
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