martes, 5 de marzo de 2019

La realización de las dos sesiones en Beijing, el crecimiento económico chino, y la guerra comercial China EEUU


En China empezo la reunión de sus dos más importantes eventos políticos del año, la del Congreso Nacional del Pueblo (NPC por las siglas en ingles), y la de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CPPCC por sus siglas en ingles). La reunión del CPPCC, que reúne a más de 2 mil delegados, empezó el domingo 3 de marzo, y el martes 5 empezó las reuniones del NPC que reúne como a 3 mil delegados. La realización de las casi sesiones simultaneas del CPCC y del NPC son conocidas en chino como “lianghui”, “las dos sesiones”[1].
Li Keqiang, el Primer Ministro chino, al inaugurar la reunión del NPC anuncio que la meta este año de crecimiento de la economía china será de entre 6 a 6.5% de crecimiento anual. El año pasado la economía china creció solo 6.6%, la tasa más baja en 28 años.
Hay economistas que dudan de que pueda alcanzarse la meta de crecimiento de este año, y que incluso la tasa del año pasado de 6.6% no fue tal. Uno de ellos, el economista chino Xiang Songzuo, de la Universidad Renmin, incluso dijo que de acuerdo a un reporte interno de “un grupo de investigación de una importante institución”, se estima que el año pasado el crecimiento podría haber sido de solo 1.67% y no la oficial de 6.6%[2].
En todo caso la economía china enfrenta importantes desafíos y esto ha sido reconocido por Li Keqiang al decir que “un análisis detallado de los desarrollos dentro y fuera de China muestra que en la consecución del desarrollo este año, enfrentaremos un entorno muy grave y complicado”. Li también también anuncio importantes medidas para estimular la economía, como recortes tributarios y la emisión de bonos, que hará que se eleve el déficit del gobierno de 2.6% del PBI del año pasado a 2.8% del PBI este año[3].
Otras medidas incluyen la reducción del impuesto al valor agregado para el sector manufacturero al 13%, del 16%, una disminución del 10% del precio de la electricidad para uso industrial, reducción del 15% de la tarifa de internet de banda ancha, etc.[4].  
También Li dijo que se darán medidas para relajar los controles a la inversión extranjera y permitir acceso a sectores que antes no podían entrar. Esto en el contexto de las negociaciones para resolver el conflicto comercial que China tiene con EEUU.  
Justamente parece que un acuerdo comercial entre China y EEUU podría alcanzarse, para su firma entre los presidentes Trump y Xi el 27 de marzo próximo para cuando se reúnan en EEUU. 
EEUU había impuesto en julio del año pasado aranceles a productos chinos por valor de 250 mil millones de dólares y China respondió poniendo aranceles a bienes de ese país valorados en 110 mil millones de dólares. Trump había fijado el 1 de marzo como fecha para alcanzar un acuerdo si no subiría los aranceles de un 10% a un nivel de 25%, pero ha dejado pasar esa fecha pues dice que un acuerdo con China está cerca.
La justificación de EEUU para imponer los aranceles era el creciente déficit comercial que tenía con China, que alcanzó los 350 mil millones de dólares el 2017 y quiere que esto se solucione y China abra más su mercado a sus productos, reduciendo aranceles y otras barreras no arancelarias que ese país tiene, pero también quiere que elimine las restricciones a la venta de servicios, restricciones a la inversión extranjera, fortalezca la protección de la propiedad intelectual de las empresas de EEUU, elimine los subsidios que China da sus empresas estatales, y otras cosas más.
Justo el viernes 1 de marzo Trump en un tuit había demandado que China levante los aranceles a los productos agrícolas (incluyendo carne y cerdo). Como parte del posible acuerdo se estima que China se ha ofrecido a comprar más productos agrícolas, como soya[5].
Pero hay varios temas adicionales en la relación China y EEUU. Esta el tema de la detención en Canadá (a pedido de EEUU que quiere extraditarla) de la ejecutiva Meng Wangzou de Huawei, empresa tecnológica china que ha crecido bastante en los último años y que EEUU ve como una amenaza pues la acusa de sustraer tecnología de empresas de EEUU y de ser el conducto por el que cual gobierno chino podría espiar en otros países, la creciente presencia china en el Mar del Sur de China, el tratamiento a la población musulmana de la provincia china de Xinjiang, en especial a la minoría Uigur, la iniciativa china de la Franja y la Ruta (más conocida como la Ruta de la Seda), la estrategia industrial china de Made In China 2025, hasta incluso la presencia de los Institutos de Confucio en EEUU donde un panel del Senado de ese país considera son agentes del gobierno chino para expandir su influencia[6], y otros más.
EEUU incluso dice que China no debe recibir tratamiento de país en desarrollo pues ya no lo es[7].  Dice que no puede ser un país un desarrollo alguien que puede aterrizar una nave en el lado oculto de la luna. Al ya no serlo dejara de recibir un trato especial en la OMC, por ejemplo.
El tema principal es que EEUU ha visto a China como su competidor global, incluso calificándolo como rival estratégico en un reporte de fines del 2017, junto a Rusia, y que usa medios vedados para competir con EEUU, y de ahí la actitud frente a ese país. China cada vez se acerca a ser la mayor economía del mundo por encima de EEUU.
La guerra comercial entre EEUU y China, las dos mayores economías del mundo, los mayores comerciantes de bienes, amenaza no solo el crecimiento económico de ambos, sino la del mundo entero. Solo China contribuye desde hace más de una década con el 30% del crecimiento de la economía mundial, así que cualquier problema que su economía tenga influirá en el resto del mundo.    
    



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