La probable
visita de Nancy Pelosi el martes 2 en la noche (martes en la mañana del Perú)
avivara más las tensiones entre China y EE. UU. con consecuencias imprevisibles
para las partes y Taiwán. China dice que la visita de la presidente de la Cámara
de Representantes y la segunda en la línea de sucesión después de la
vicepresidenta sería una mayor provocación que no dejara de ser respondida.
La relación
de EE. UU. con China no es de la mejores. Especialmente desde Trump, EE. UU. ha
señalado a China como su competidor estratégico. En mayo de este año el secretario
de Estado Antony Blinken dijo que “China es el único país con el deseo y al
mismo tiempo la capacidad para reconfigurar el orden internacional por su creciente
poder económico, político, militar, y tecnológico”. Rusia, y antes la Unión Soviética,
nunca lo fueron, pues no tuvieron la capacidad económica ni tecnológica para
desafiar a EE. UU. La economía rusa es la 1/11 parte de la economía de EE. UU.,
la de China es el 70% y probablemente en una década sea igual o mayor que la de
EE. UU.
La visita de
Pelosi viene en un contexto donde el presidente Xi advirtió en una conversación
telefónica con Biden hace una semana de las consecuencias de esta visita que sería
como “jugar con fuego, y los que hacen esto terminan quemándose”. China también ha estado desde hace un año
incrementando los vuelos militares cerca a Taiwán, probando las defensas de la
isla y cansando a esta. Ayer empezó ejercicios militares frente a Taiwán, y también
Taiwán está haciendo ejercicios militares ante una posible invasión china.
En 1997 ocurrió
también una visita del presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU. a Taiwán,
y en esa época China protesto fuertemente frente a eso. Pero ahora la respuesta
china podría ser más contundente. El poderío militar chino es mayor ahora que
en 1997 (tiene dos portaviones en actividad, por ejemplo) y en octubre o noviembre
próximo Xi Jinping seria reelegido por un periodo mas de 5 años, y no puede
aparecer débil frente a lo que ha dicho sería una mayor provocación de EE. UU.
¿Qué pasaría
si Pelosi visita Taiwán? Las cosas se agravarían si visita a la presidenta Tsai
In-weng en el Palacio Presidencial (podría visitarla en otro lugar, como en el
local que funge de representación diplomática de EE. UU. en la isla). En todo caso,
una guerra como algunos temen sería una escalada mayor que ambos lados seguramente
no quieren, además que se estima China aun no tendría la capacidad para
desafiar militarmente a EE. UU. en la región (algo que ocurriría en los próximos
5 a 10 años). Lo que pasaría es que después de la visita de Pelosi aumentaran
los vuelos de aviones chinos frente a Taiwán, barcos de guerra chinos harán ejercicios
rodeando a Taiwán, y probablemente habrá acciones chinas como incrementar su cooperación
con Rusia.
La visita de
Pelosi en todo caso no es una buena idea. Lo ha dicho Biden cuando dijo que a
las fuerzas armadas de EE. UU. no les parece una buena idea esa visita. Seria
contradictorio con la afirmación de Biden en el dialogo con el presidente chino
hace una semana de que EE. UU. no busca cambiar el estatus quo en la región.
Pero Pelosi lo hace pues tiene un historial de ser bien critica de China, y
probablemente porque ahora tener una retórica anti-China en EE. UU. es popular
(considerando además las elecciones de medio término del Congreso de EE. UU. en
noviembre próximo). La clase política en China, demócratas y republicanos, cada
vez tienen una visión más crítica de China.
Pero las tensiones
están al máximo en la región. El Ejército Popular de Liberación chino está
celebrando un aniversario más de su fundación (el 1 de agosto cumplió 95 años
de creación), y EE. UU. tiene a su 7ma flota naval en alerta. Esta flota tiene
su base de operaciones en Japón y su portaviones Ronald Reagan esta por el Mar
de Sur de China en ejercicios militares.
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