sábado, 15 de noviembre de 2025
50 años de Relaciones entre Perú e Indonesia: Oportunidades y Desafíos
Peru e Indonesia establecieron relaciones diplomáticas en 1975, las cuales han sido muy cordiales. Ambos son economías de ingresos medios. Perú es un miembro clave de la Alianza del Pacífico, e Indonesia es la economía más grande de la ASEAN. Esto proporciona una sólida plataforma para la cooperación Sur-Sur.
Ambos países cuentan con una historia rica y antigua, son muchos recursos marítimos, una inmensa biodiversidad y abundantes recursos minerales como cobre en Perú y níquel y estaño en Indonesia. Asimismo, tenemos tradiciones culinarias reconocidas en todo el mundo.
Y compartimos valores democráticos.
El año pasado (2024), el valor de nuestro comercio bilateral de bienes fue de 646 millones de dólares. Para Perú, Indonesia es el segundo socio comercial más importante en el Sudeste Asiático, después de Vietnam.
¿Qué oportunidades existen para fortalecer nuestras relaciones en materia de comercio, inversión, cooperación y diplomacia?
En materia comercial, el Acuerdo Integral de Asociación Económica (CEPA por sus siglas en ingles) Perú-Indonesia, firmado en agosto de 2024, ofrece la oportunidad de incrementar las exportaciones e importaciones. Este acuerdo, una vez aprobado e implementado, eliminaría de inmediato los aranceles y abordaría el tema de las barreras no arancelarias, permitiendo aprovechar el gran potencial comercial. En el caso de Perú, por ejemplo, el acuerdo permitirá la entrada libre de aranceles en forma inmediata para el 56% de las exportaciones peruanas a Indonesia, con una reducción arancelaria progresiva que alcanzará el 86% en un plazo de 10 años.
Perú puede vender más productos; por ejemplo, Indonesia necesita cobre para sus proyectos de electrificación. Perú es el segundo mayor productor de cobre del mundo y podría convertirse en un proveedor natural y estable. Por otro lado, Indonesia es un proveedor global clave de aceite de palma, caucho, café y textiles para el mercado peruano.
En pesca y acuicultura, Perú es el principal productor mundial de harina de pescado e Indonesia cuenta con una importante industria acuícola que depende de la harina de pescado para la alimentación animal.
Sin embargo, es fundamental trabajar en la armonización de las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) y los obstáculos técnicos al comercio (OTC) para garantizar la libre circulación de productos como las frutas y verduras peruanas, un proceso que suele requerir tiempo y coordinación entre las autoridades de ambos paises.
Además, dado que Indonesia es el país con la mayor población musulmana del mundo, si el Perú logra adecuar su oferta a los requerimientos de ese pais, puede convertirse en proveedor de productos con certificación Halal (especialmente en el sector agroindustrial, con productos como arándanos, paltas, quinua y mariscos), no solo para el mercado indonesio, sino también para el mundo islámico en general.
En cuanto a la inversión y la infraestructura, en el sector minero hay muchas oportunidades. Las empresas de Indonesia (por ejemplo, en la minería de carbón y níquel) cuentan con un capital significativo y amplia experiencia operativa. Podrían invertir en el sector minero peruano, aportando nuevo capital y estableciendo alianzas con empresas peruanas.
En el desarrollo de infraestructura, la experiencia de Indonesia en la construcción de infraestructura a lo largo de su vasto archipiélago podría ser valiosa para los esfuerzos que realiza Perú por conectar sus tres regiones naturales. Indonesia es el único país del hemisferio sur que cuenta con un tren de alta velocidad que conecta Yakarta con Bandung.
Además, en lugar de limitarse a exportar minerales en bruto, ambos países pueden colaborar en tecnología y procesamiento. Por ejemplo, las alianzas en tecnología de baterías (utilizando níquel indonesio y cobre/litio peruano) para la cadena de suministro de vehículos eléctricos representan una oportunidad interesante.
En el ámbito de la economía digital y las startups, Indonesia cuenta con varios unicornios como Gojek y Tokopedia, que podrían invertir en el sector tecnológico peruano, particularmente en Fintech, tecnología agrícola, y logística.
En turismo, que es un sector aún por desarrollar, se debería promover la conectividad aérea directa o paquetes turísticos que destaquen la mega diversidad de ambos países. Perú cuenta con la Amazonía e Indonesia con las selvas tropicales de Borneo, que pueden atraer a turistas con conciencia ecológica.
En cooperación académica y técnica: Las alianzas entre universidades en temas como la gestión de desastres (ambos países se encuentran en el Cinturón de Fuego del Pacífico), la biología marina y la conservación de la biodiversidad pueden contribuir a construir lazos duraderos.
En la cooperación multilateral y diplomacia, Perú, a través de la Alianza del Pacífico, e Indonesia, a través de la ASEAN, pueden servir de puente entre estos dos bloques regionales dinámicos. El fortalecer esta relación interbloque debe ser una prioridad estratégica para ambos.
En el tema del cambio climático y biodiversidad, como países megadiversos, comparten un interés común en los acuerdos globales sobre biodiversidad (por ejemplo, el Marco Mundial de la Biodiversidad Kunming-Montreal) y pueden abogar conjuntamente por mecanismos financieros que incentiven la conservación de los bosques y los océanos.
Indonesia busca el apoyo de Perú para su adhesión a la OCDE.
En cooperación multilateral, ambos países son miembros activos de importantes foros internacionales, como la APEC, la ONU, la OMC, el Movimiento de Países No Alineados y el Foro de Cooperación América Latina y Asia del Este (FOCALAE).
El puerto de Chancay, que ahora ofrece una via drecta a Asia, ofrece una oportunidad pues el Perú se está posicionando como un centro logístico y puente comercial hacia Asia, e Indonesia ha manifestado interés en invertir en este puerto y utilizarlo para mejorar su acceso a los mercados de América Latina y el Caribe.
También Indonesia está interesada en unirse al acuerdo CPTPP y el Peru puede abogar por su ingreso a este grupo.
Entre los desafíos tenemos, las barreras logísticas por las largas distancias y las limitadas rutas marítimas directas que dificultan la eficiencia del comercio.
Asimismo, no existen vuelos directos entre Perú e Indonesia. Un viaje suele durar más de 30 horas con múltiples escalas. Esto dificulta considerablemente el turismo, los viajes de negocios y el establecimiento de cadenas de suministro eficientes para productos perecederos.
Hay asimetrías regulatorias, como en las diferencias en estándares, procedimientos aduaneros y normas de inversión, que complican las operaciones comerciales. Existen, por ejemplo, barreras no arancelarias: Los complejos procedimientos aduaneros, las regulaciones sanitarias y fitosanitarias (MSF) y la falta de acuerdos de reconocimiento mutuo que pueden obstaculizar el comercio desde su inicio.
Hay una participación limitada del sector privado, pues a pesar del impulso diplomático, las comunidades empresariales de ambos países siguen estando poco conectadas.
Hay diferencias lingüísticas y culturales que pueden ralentizar los intercambios educativos y turísticos, a pesar del creciente interés.
En algunos sectores, Peru e Indonesia son competidores. Ambos exportan café, cacao y textiles a mercados similares como Estados Unidos y Europa. Sin embargo, esto puede replantearse como una oportunidad para colaborar en la diferenciación de calidad y el desarrollo de marcas sostenibles, en lugar de centrarse únicamente en la competencia de precios.
Recomendaciones:
Se debería establecer una cámara de comercio e industria binacional. Quizás no solo una Cámara Perú-Indonesia, sino una Cámara de Comercio e Industria Perú-ASEAN. El año pasado (2024), el valor del comercio bilateral entre Perú y la ASEAN fue de 2,600 millones de dólares, una cantidad superior al comercio entre Perú y Australia, Perú y el Reino Unido, y Perú y México, por ejemplo, países que cuentan con cámaras de comercio e industria binacionales con Perú.
Se debe promover el aprendizaje del idioma indonesio entre los peruanos y del español en Indonesia. El indonesio es más fácil de aprender que otros idiomas asiáticos, como el chino, el japonés o incluso el tailandés, y lo hablan más de trescientos diez millones de personas (entre Indonesia y Malasia). En este sentido, felicito a la Embajada de Indonesia en Perú por sus esfuerzos para promover el aprendizaje del idioma.
Necesitamos establecer convenios de cooperación académica entre nuestras universidades para promover que los peruanos estudien en Indonesia y los indonesios en Perú. Necesitamos promover el intercambio de estudiantes y profesores entre nuestras instituciones educativas. En el Peru no hay expertos en Indonesia o en el Sudeste Asiático, ni en Indonesia los hay sobre el Perú. Últimamente, los estudiantes peruanos van a China, Corea, Japón e incluso India, pero no al Sudeste Asiático. Deberíamos animarlos a ir a Indonesia. Les digo a mis estudiantes que vayan a Asia, al Este de Asia, al Sudeste Asiático. Son países seguros, ricos en historia, con maravillosos atractivos turísticos y un rápido desarrollo económico. Hay mucho que aprender de ellos.
Existen oportunidades y desafíos, pero con un esfuerzo conjunto podemos aprovechar las oportunidades y superar los desafíos.
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