lunes, 19 de diciembre de 2016

La economía peruana e internacional en el 2016 y su proyección al 2017


                                                                                                        Carlos Aquino Rodríguez*
El año 2016 la economía mundial habría crecido un 2.2% y se espera que el 2017 crezca un 2.7%, de acuerdo a las últimas proyecciones de la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, citadas en un informe que publico el 14 de diciembre. Según la CEPAL el Perú crecería un 3.9% este 2016 y un 4% el 2017. En todo caso el panorama mundial es incierto debido al aumento del proteccionismo en el mundo y las políticas que podría tomar el gobierno de Trump a inaugurase en enero próximo.
Primero, el crecimiento de la economía peruana depende en parte importante de la demanda externa, especialmente por los productos primarios que exportamos. Principalmente se vende minerales, petróleo y gas. Los precios de estos productos han caído en los últimos años y algunos frenaron su caída el 2016 e incluso aumentaron algo, como el petróleo, cobre, y el hierro, y se espera que el 2017 podría consolidarse ese incremento, lo que sería algo favorable para el país. Los precios de los minerales se supone ya han tocado fondo. Las expectativas están puestas en que el precio del petróleo aumente más, especialmente por el acuerdo que ha alcanzado la OPEC con algunos países no miembros de esta como con Rusia, para restringir la oferta. Sin embargo la política de Trump de fomentar la producción del gas de esquisto (shale gas) en EE.UU. y aumentar la oferta de carbón podría trabajar en sentido opuesto (aparte de las dudas de que el acuerdo de la OPEC se mantenga). En todo caso se espera que si la economía mundial crece más el 2017 que en el año 2016 los precios de las materias primas puedan aumentar.
Segundo, el comercio mundial ha estado creciendo por debajo de su tendencia normal, que era usualmente crecer al doble de lo que crece la economía mundial. El proteccionismo y el movimiento anti-globalización están a la orden del día. Y el gran impulsor de esto sería EE.UU. bajo la administración Trump, que ha dicho que pondrá restricciones a los productos chinos y no firmara el TPP. La gran incógnita es si desencadenara una guerra comercial, pues si pone restricciones por ejemplo a China de seguro este país hará lo mismo contra productos de EE.UU. China ya está enfrentando restricciones a sus exportaciones por medio de derechos antidumping que se impone a ciertos de sus productos (que son vistos como muy baratos pues son exportados a menor precio de lo que cuesta producir, por el excedente de producción de varios de ellos).
El panorama en Europa no es tan halagüeño, especialmente considerando los movimientos anti-globalización en Francia y otros países, que pueden hacer que la Unión Europea se debilite aún más. Las sanciones económicas contra Rusia han afectado a esta economía aunque si el petróleo se recupera de precio el país podría también recuperarse. En Latinoamérica, que este año 2016 ha tenido unos de sus peores años con un caída de 1.1% en su economía, el 2017 podría ser mejor, pues se espera que países como Brasil y Argentina puedan recuperarse, aunque la incertidumbre política en Brasil podría afectar el desenvolvimiento de su economía. Brasil y Argentina vieron caer sus economías un 3.6% y 2% respectivamente el 2016, mientras que la crisis en Venezuela muestra visos de agudizarse, y su economía habría caído un 9.7% este 2016 y el próximo año no sería mejor, con el añadido de una hiperinflación en marcha.            
Tercero, el dólar al parecer tendera a apreciarse por la casi segura alza en las tasas de interés que la Reserva Federal de EE.UU. empezó el 14 de diciembre y señala seguirá ocurriendo en el 2017, debido a que el mercado laboral en EE.UU. se está ajustando y por el posible mayor gasto fiscal del gobierno de Trump, que podría hacer que la inflación suba.
La depreciación del resto de monedas puede complicar el panorama para muchos países, subiendo la inflación y en el caso de China por ejemplo puede incentivar la salida de capitales de su país. China está terminando el año 2016 con casi 3 billones de dólares de reservas internacionales, cuando comenzó el año con 3.3 billones, y desde mediados del 2014 pierde reservas, cuando estas estaban en un nivel de 4 billones de dólares.       
Cuarto, el comportamiento de la economía china en el 2017 despierta el interés pues este país ha contribuido con casi un tercio del crecimiento de la economía mundial en los últimos diez años. Los líderes chinos se han fijado la meta de que el país crezca alrededor de 6.5% anual. Este crecimiento estará basado en un mayor consumo interno, en el crecimiento del sector servicios, y en la mayor inversión en ciencia y tecnología. Por otro lado, la mayor inversión china en el exterior, así como los préstamos que instituciones financieras como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, que buscan concretar la visión china de una Ruta de las Seda terrestre y marítima uniendo el Asia con Europa y África, puede dinamizar el gasto en infraestructura en esas regiones, y podría ayudar a China a consolidar su papel de líder de la globalización frente a EE.UU. que reniega de este papel. Se espera también que China continúe sus reformas y que abra más su economía a la competencia extranjera. El mayor gasto de su creciente número de turistas, que sumaron 128 millones el 2016, se espera pueda también dinamizar la economía de algunos países. El riesgo que China enfrenta es como controlar la gran deuda privada no financiera que se calcula esta alrededor del 250% de su PIB.         
Quinto, según el BCR el Perú crecería un 4% el 2016 y el 2017 un 4.3%. El crecimiento mayor en el 2017 se basa en las mayores exportaciones mineras (volumen más que todo), y la entrada en ejecución de varios importantes proyectos, aunque quizás la situación no sea tan optimista como la pinta el BCR pues la ejecución de megaproyectos como la línea 2 del Metro y el Gasoducto Sur Peruano pueden seguir enfrentando problemas en su ejecución. Pero quizás un factor que arroje más incertidumbre en ese panorama sea el factor político, que podría tornarse inestable pues el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Congreso (controlado por la bancada fujimorista) puede agudizarse. El hecho de que el gobierno carezca de una bancada significativa en el Congreso (y al parecer desunida y que le hace poco caso al Presidente), y que no cuenta con un equipo de gobierno coherente, puede pasarle la factura y afectar el desarrollo de la economía. El BCR espera que la inversión interna y el consumo interno puedan reactivarse el 2017, pero si el panorama político se vuelve turbio eso afectaría. Lo bueno del Perú es que aun cuando el factor externo es importante, pues las exportaciones representan alrededor de un 20% de su PIB, a diferencia de otros países no dependemos de un solo producto (como Venezuela que depende casi exclusivamente de la venta de petróleo) pues nuestra canasta es variada (a pesar de que el 70% de estas son materias primas), y tampoco dependemos de un solo gran mercado (como México, en el que un 60% de sus exportaciones van a EE.UU). Un tercio de las exportaciones peruanas se dirigen a Asia, casi un 40% al continente americano, un 18% a Europa y el resto a otros países.          




*Profesor de Economía internacional, economía asiática, UNMSM

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