La relación EE.UU.
con Japón es muy importante para ambos, no solo por la gran relación comercial
que existe entre ellos, sino sobre todo pues Japón es parte de la estrategia de
EE.UU. para mantener su presencia política y militar en Asia (sus más grandes
bases militares están ahí[1])
y para Japón los EE.UU. es pieza fundamental en su defensa ante lo que ve como
una mayor amenaza de Corea del Norte y una China más asertiva.
Antes de asumir el
poder Trump amenazo con obligar a pagar más a Japón por la presencia de bases
militares de EE.UU. en ese país o que Japon se defienda por si solo (incluso teniendo
bombas atómicas). En la visita de Abe a Trump de esto ya no se habló más y más
bien Trump aseguro a Abe que EE.UU. esta 100% con Japón y lo defenderá ante
cualquier amenaza a su seguridad (incluso en su posesión de las islas Senkaku,
que China reclama como suya, algo que ha molestado bastante a los chinos).
En el tema económico Japón
está bastante preocupado por la desactivación del TPP, al que había puesto
mucho interés, al punto que ya había sido aprobado este en su Congreso, pero la
administración Trump le puso fin, a pesar del pedido que le hizo el mismo Abe a
Trump antes de que este asuma la Presidencia. No solo eso, Trump acuso a Japón de
manipular su moneda para hacer más barata esta y exportar más a EE.UU. El
segundo más grande déficit comercial que tiene EE.UU. es con Japón, después de
China, y fue de 72 mil millones de dólares el 2015 (y fue de 386 mil millones
de dólares con China ese año).
Para Japón EE.UU. es
su mayor mercado de exportación, un quinto de lo que vende al mundo va ese país,
aunque China es su mayor socio comercial pues importa mucho de este gigante
oriental. Para EE.UU. Japón es el cuarto mayor mercado de exportación e
importación. Ahora EE.UU. tiene déficit comercial con muchos países en el
mundo, por ejemplo de sus 20 principales socios comerciales el único con el que
tuvo superávit fue con Brasil (datos del 2015).
Japón quiere entonces
tener un mayor acceso al mercado de EE.UU., algo que iba a conseguir con el
TPP, pero sin este, lo que quiere es tener un Tratado de Libre Comercio con
EE.UU. Ahora negociar uno con EE.UU. no será fácil y tendrá probablemente que
conceder mucho más que lo que concedió en el TPP. El equipo de Trump es
proteccionista y quiere abrir mercados que considera cerrados para los
productos de EE.UU. Por ejemplo el nuevo Secretario de Comercio es Wilbur Ross,
enemigo de los TLC, y el Representante del Comercio es Robert Lighthizer, que
trabajo antes en esa oficina como Sub Representante en la segunda mitad de los
años 1980s, y obligo a Japón a limitar sus exportaciones de acero a EE.UU.
Abe ya se prepara
para conceder a EE.UU. y antes de
reunirse con Trump se reunió con empresarios japoneses, como el de Toyota para
pedirles que hagan más negocios con EE.UU., que inviertan más en ese país y
probablemente compren más productos de ese país.
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